Inauguración de un retrato gigante en homenaje a Evita

A 59 años de la muerte de la Abanderada de los humildes, Madre de los descamisados, Guía Espiritual de la Nación: Evita, como la llamaba su pueblo; la presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró un retrato gigante de Eva Perón sobre la fachada sur del Ministerio de Desarrollo Social, ex Ministerio de Obras Públicas.

La jefa de Estado sostuvo que Evita fue "la más odiada, pero la más amada; la más insultada, pero la más venerada; la más vejada, pero hoy eternamente victoriosa, mirando a la historia definitivamente, con el amor de su pueblo y el reconocimiento de todos los argentinos".

Si te lo perdiste te dejo el video con el discurso de nuestra Presidenta en el momento de la inauguración:

Una multitud llegó hasta el lugar en una marcha de antorchas, para dar comienzo a la inauguración a la hora exacta en que Evita pasó a la inmortalidad, 20:25 de un frío 26 de julio de 1952.

Evita fue una vez más honrada por su pueblo, pero esta vez de la mano de una Presidenta que deja, como legado para todos los argentinos, una obra maravillosa que nos la recordará por siempre.

Una vez más homenajeada con el amor y la devoción de esa multitud que se mantiene intacta a pesar de los años y la historia, a pesar de los odios y los destierros, a pesar de los cientos de intentos de olvido con que alteraron su merecido descanso.

Desde hoy, Eva brillará con toda su grandeza enalteciendo ese simbólico edificio, porque siempre fueron más los grasitas que los señores del odio, porque una pintada rezando "Viva el Cáncer" no pudo opacar el llanto de más de 2 millones de argentinos que la despidieron a lo largo de 16 días, porque la enajenación de los asesinos de nuestros hermanos, y vejadores de su cuerpo tan amado, no arrancaron del corazón y la memoria del pueblo ese amor que solo se puede sentir por "una de los nuestros". Eso fue ella: la mejor de todos nosotros, la compañera, la luchadora, la que desafió a los poderosos y abrazó maternalmente a los desamparados.

Esas cosas no se borran por mucho que se haga, porque como dice una canción de Ignacio Copani, "no regala un pueblo tanta devoción". Ese amor genuino y eterno se lo ganó a fuerza de dar todo por los que más lo necesitaban; incluso su vida.

Y nosotros seguimos escribiendo y gritando su nombre, ese mismo que hemos levantado como bandera para llevarlo a la victoria. Bandera que entregaremos en las manos de nuestros hijos cuando llegue el tiempo de partir a su encuentro, para formar parte del comando celestial.

¡¡¡EVITA VIVE
 en la mirada esperanzada de los humildes, 
en los sueños de los niños, 

en las manos cansadas, pero dignas, de los trabajadores, 

en el corazón y la memoria de un pueblo entero que no la olvida!!!